Comentario: Battle of the babies. Elizabeth Victoria Knowles. 2012
- Andrea García Casal
- 16 dic 2024
- 2 Min. de lectura

Battle of the babies. 2012. Acrílico sobre tablero de masonita. 15,24 cm x 15,24 cm.
Imagen perteneciente a: EBSQ Art.
Esta pintura acrílica refleja a la perfección el estilo de Elizabeth Victoria Knowles, que en el mundo del arte es más conocida por Vicky Knowles. La artista utiliza una estética muy peculiar, dotando a los personajes de un aire infatil, a pesar de que sus asuntos favoritos normalmente no tiene nada que ver con la niñez. Estos se basan en plasmar fenómenos paranormales, personajes literarios de fantasía, ficción y terror, seres imaginarios y animales que pueden tener habilidades humanas.
Lo cierto es que su trabajo, aunque sea dulcificador de una temática que a priori puede resultar desagradable y confusa, no deja de resultar un tanto extraño, precisamente por esta razón. Se emparenta así con el arte lowbrow, caracterizado pricipalmente por su tono mordaz, o al menos irónico, que se refleja a través del uso de motivos superficialmente bellos o agradables en las obras artísticas, los cuales enmascaran mensajes más profundos e incluso complejos. Es habitual que en el lowbrow se muesten personajes en sus primeros años de vida, con toques grotescos, como sucede en el caso del pionero Mark Ryden, aunque Knowles aporta su mirada y por norma general ninguna de sus criaturas es particularmente inquietante ni posee mayores enigmas detrás.
En esta obra, la artista representa la escena del bebé Godzilla, en honor al enorme monstruo inventado por la cinematografía japonesa, ensayando sus tendencias destructivas gracias a los castillos de arena erigidos a la orilla del mar, en una playa. Entretanto, otro bebé, el del personaje Mothra, también popular en la filmografía japonesa y emparentado con la saga de Godzilla, intenta detener el arrasamiento de los edificios de arena. Ambos monstruos gigantes de la ficción japonesa se han representado en películas tanto luchando como en alianza. Aquí, son dos bebés jugando, en una escena divertida y llamativa a partes iguales.
Sin lugar a duda, Knowles muestra aquí su gusto por el cine de ciencia ficción, que tuvo su apogeo en los años cincuenta y sesenta, sin abandonarse nunca su fama. Con todo, la mayoría de cine que se produjo de esta temática fue de serie B, con efectos especiales de dudosa calidad, aunque muchas películas se han vuelto cine de culto. Esto recuerda a que el arte de nuestra protagonista puede ser igualmente kitsch por la forma de abordar los asuntos y personajes. No obstante, el éxito de Knowles es bastante alto, y sus obras se consideran diseños que sirven para estampar diversos objetos, desde láminas a camisetas o tazas. Ha decidido elegir un camino basado en la reproducción masiva de sus obras tan particulares para cosechar una cierta fama en su ámbito.
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